El nuevo año 2021 comenzó con más turbulencias de lo que quisiéramos. No siendo suficiente la incertidumbre generada por el avance imparable de la pandemia por COVID-19 ahora tenemos un clima político tormentoso por cuenta de la transición presidencial en Estados Unidos. Para no caer rápidamente en sesgos ideológicos, voy a tomar distancia del hoy actual presidente Donald Trump y ahondaré en algunos aspectos filosóficos -si se quiere- de por qué la suspensión de sus redes sociales sienta un precedente totalmente nefasto para Internet y por qué este evento marca un antes y un después en La Red.
Internet, La Red del Conocimiento
Desde un punto de vista muy personal, comenzaré por decir que Internet nació como paraíso de conocimiento: Conectar decenas y luego miles de servidores donde las personas elegían qué compartir y cómo establecer relaciones de confianza a través de una única red ¡Era como estar en el paraíso!. Solo basta echar un vistazo a un par de décadas atrás para darnos cuenta la cantidad de iniciativas que se materializaron gracias a la existencia de Internet.
Por supuesto, como la vida misma, Internet también puede ser un peligroso: Rápidamente la red también se utilizó y se ha utilizado para todo tipo de actividades ilegales y/o moralmente cuestionables, por lo que la necesidad de moderación no se hizo esperar: El contenido de Internet, empezó a regirse por las leyes aplicables en cada país.
Redes sociales: Bandera de la libertad
No hay que ir muy lejos para darnos cuenta el impacto de las redes sociales en nuestras vidas: Contar con un micrófono abierto para que cada persona contara lo que quisiera en tiempo real rompió muchos esquemas:
- La de los medios de comunicación tradicionales
- La instantaneidad de la información.
- La capacidad de hacerte famoso por tí mismo.
- Llevar a otro nivel la capacidad de rodearte de personas afines con tus gustos o preferencias.
Particularmente Twitter ha sido una red que ha tenido un impacto grande en varios hechos de la historia y tengo dos apuntes interesantes:
- Recuerdo en sus inicios (Yo llevo más de 10 años en Twitter), la red social del pajarito era vista como una red para nerds o gente muy culta. ¡Y carambas! Encontraba uno personas con perspectivas muy interesantes que quizás otro podía cuestionar pero las redes sociales eran ese escenario de debate que llevaba a la construcción de conocimiento.
- También recuerdo que en medio oriente -Ya olvidé el país- en medio de cierta dictadura y con limitaciones importantes de acceso a Internet, la red de microblogging jugó un papel vital permitiendo que el mundo se enterara de muchas atropellos en solo 140 caracteres e incluso con pequeñas imágenes con un servicio externo llamado Twitpic. ¡Vaya que representaba una verdadera bandera la libertad!
El sesgo de pensamiento, en redes sociales
Pero el paraíso de la libertad en redes sociales, al igual que la neurtralidad de la Red no duró mucho. El éxito de llegar a tantas audiencias era tan evidente que rápidamente se llenó de "influenciadores", "trolls" y en general, grupos de mercenarios que muy fácilmente implementaron estrategias para manipular exitosamente toda estrategia de autogestión colectiva (Llámese hashtags, temas de moda, seguidores y bloqueos) para servir a las estrategias del interesado de turno. Hasta aquí llegó la magia.
Repitiendo la historia de Internet, las redes sociales rápidamente notaron la necesidad de moderación, no solo por la necesidad de cumplir estrictamente las legislaciones más rigurosos de ciertos países sino también para cuidarse precisamente de las orquestas de intereses. Hasta aquí todo parece razonable.
El día en que las redes sociales y las gigantes de Internet ¡Decidieron tener la verdad!
Este es el momento más crítico de la historia de Internet ¡Me atrevería a decir sin riesgo a equivocarme! De un momento a otro la necesidad de moderación de las redes sociales -Amparados en términos, condiciones y manuales de convivencia- se transformó en una necesidad indispensable de tener la verdad. ¿Cuál verdad? La que convenga a los intereses de turno ¡He ahí el problema!
No me sorprendió que Twitter suspendiera la cuenta de Donald Trump ¡Probablemente lo mereciera!, me sorprendió que suspendió a todo su equipo de gobierno y muchas personas perdieron cientos de seguidores en lo que pareciera una suspensión masiva a todo aquel que manifestara apoyo a la causa del saliente presidente de Estados Unidos. Algo similar hizo Facebook alegando violación a los términos y condiciones... Y hasta aquí digamos que estamos de acuerdo.
Pero ¿Qué pasó con quienes decidieron no "moderar" los contenidos a favor del saliente presidente? Es el caso de Parler quien no consideraba que mucho de ese contenido debiera suspenderse. Ahí entró Google que rápidamente suspendió las descargas de la aplicación y ni hablar de Apple que no solo dio un ultimaton a Parler antes de ser retirada de su tienda de aplicaciones sino que la aplicación dejó de funcionar en todo dispositivo de la manzana. ¿Bajo qué concepto? Bajo el concepto de violar los términos y condiciones al "no moderar" el contenido que estaba circulando a través de su aplicación.
Pero eso no es todo, al negarse Parler a moderar el contenido... Fue amanezado por su proveedor de Internet... ¡Amenazando desconectar sus servidores de la red! Si no cumplía los términos y condiciones.
Con razón veo muchísimos comentarios en redes acerca de lo que debe ser o no debe ser censurado, es cierto que las redes sociales se volvieron zonas de guerra y odio donde continuamente las personas deben tomar bando y destrozar a cualquier oponente... Insultos, amenazas reales, extorsiones, calumnias, contenido ilícito... ¡¿Cuántas cosas se dejan pasar hoy por redes sociales que no se han pesado con la misma balanza!?
¿Dan cuenta de lo grave que es?
Internet, el paraíso del conocimiento... Con sesgo de conocimiento
Creo que este es el punto al que quería llegar: El problema no es que se violen los términos y condiciones de Twitter ni el presidente saliente Donald Trump. El problema es que hoy quedó demostrado que los "Gigantes de Internet" están en capacidad de decidir ¿Quién tiene voz y quién no la tiene? Y ¡Ya se atrevieron a hacerlo hoy de alguna manera!
Imagen cortesía de Cherk
Las redes sociales dejaron de ser el lugar para debatir y construir consensos para ser el lugar idóneo para destruir a cualquiera que manifieste el mínimo desacuerdo respecto a un hecho que alguien determinó como verdad.
El poder que tienen los "Gigante de Internet" es un arma poderosísima que muy rápidamente puede convertir cualquier democracia en un estado totalitario sin que ni siquiera lo notemos. ¿Estoy siendo dramático? ¡No! China no has dado ejemplos de esto a escala reducida pero muy válidos.
Captura de pantalla tomada de CNN en Español
Más allá de celebrar la censura a Donald Trump, debería preocuparnos la demostración de poder que tienen los gigantes de Internet para convertir en el futuro, cualquier incomodidad a los intereses de turno en una violación a sus términos y condiciones: Tendencias políticas, creencias religiosas, grupos de interés, investigadores... Cualquier colectividad que de repente se vuelva incómoda ¡Podrá ser silenciada impunemente!
La capacidad de silenciar voces es un arma, y como tal en el futuro podría apuntar a cualquier objetivo. ¡Día triste para Internet!